Festival Internacional
El Festival
Festival Internacional
Mirada interior
Poesía en el Laurel es un ciclo anual de música y poesía coordinado por el escritor y poeta Pedro Enríquez, en donde han participado, entre otros, Alberto Cortez, Antonio Gala, Enrique Moratalla, Luis Eduardo Aute, Rafael Guillén, Amancio Prada y una multitud más de grandes artistas de la palabra, la música y las artes. Incontables instantes, incontables momentos, que una vez apagada la luz de los focos, encienden la llama del recuerdo.
Poetas
SONETO DE LA ZUBIA
Antonio Gala
Tú me abandonarás en primavera,
cuando sangre la dicha en los granados
y el secadero, de ojos asombrados,
presienta la cosecha venidera.
Creerá el olivo de la carretera
ya en su rama los frutos verdeados.
Verterá por maizales y sembrados
el milagro su alegre revolera.
Tú me abandonarás. Y tan labriega
clareará la tarde en el ejido,
que pensaré: Es el día lo que llega.
Tú me abandonarás sin hacer ruido,
mientras mi corazón salpica y juega
sin darse cuenta de que ya te has ido.
El extranjero
Georges Moustaki
Con mi carota de meteco
judío errante, pastor griego,
y el cabello a los cuatro vientos,
llegaré, mi dulce cautiva,
alma gemela, fuente viva,
a beber de tus veinte años
y te seré como un hermano
o soñador o adolescente,
lo que te parezca mejor,
y así de cada día haremos
toda una eternidad de amor
y de vivirlo moriremos.
QUE LA TIERRA
Federico Mayor Zaragoza
hable o calle
de ti depende.
De ti depende
que ría o llore
el viento,
que la mar
entone
canciones de vida
o muerte.
De ti dependen
día y noche
la luz
o la sombra.
Todo está dentro
de cada uno.
Esta es nuestra grandeza.
Y nuestra espera
esperanzada.
Una postal de nieve
Félix Grande
Cuando me tienda en la vejez
como en un mal cerrado sepulcro
maldeciré tu nombre
Sólo porque esta noche
enajenado y absorto en tu cuerpo
he deseado que fueras eterna
y no sabía si pegarte o llorar.
MUJER EN LA VENTANA
Graciela Aráoz
Una fotografía de Tina Modotti
Un adiós lento
entre la acción y la rebelión
Joan Baez de fondo
mientras la valija se llevaba
los fracasos y el deseo.
Lloramos.
El aire murmuró el dolor y nos vimos.
Un beso volado desde la puerta
y una mujer en la ventana
mirando irse.
El hombre mira la ventana.
Joan Baez
y nuevamente la cámara
de Tina
registrando
la última cena.
IRREMEDIABLEMENTE
Clara Janés
Mueren las rosas
a pesar de la lluvia.
Mi corazón doliente
poco alimento
puede cederles ya.
Dame la mano.
Tu agonía
en la mía
logrará ser más fuerte
que el agosto
y teñir con su sangre
ese desesperado
último aliento,
cerrar el grito
que nos lanzan
desde el color marchito
que casi envuelto en oro
amenaza irremediablemente sus corolas.
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