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Poesía en el laurel

2009

Festival Internacional

Edición de 2009

La palabra nos salva del olvido. La música nos eleva a través de la memoria. «Poesía en el Laurel» nos acerca a estas emociones buscando detener el tiempo.
Tengo el gusto de invitarles a la sexta edición de «Poesía en el Laurel» para compartir y disfrutar de la voz de los poetas, del canto secreto de los sonidos, del entorno mágico de la Historia. Nuevamente los jardines de San Luis el Real se convertirán en el lugar de encuentro, cada martes del mes de agosto.

Esperando contar con su presencia, les saluda cordialmente.

Mercedes Díaz Aróstegui

Alcaldesa Presidenta del Ayuntamiento de La Zubia (Agosto 2009)

Programa

4 DE AGOSTO 2009
21:30 horas

PRESENTA
Mercedes Díaz Aróstegui
Pedro Enríquez

POESÍA
Tachia Quintanar

MÚSICA
Paco Ibáñez (cantautor)

11 DE AGOSTO 2009
21:30 horas

PRESENTA
Pedro Enriquez
Ángeles Mora (escritora)

POESÍA
Concha García (Córdoba, España)
Virginia Lucas (Uruguay)

MÚSICA
Víctor Mariñas (cantautor)

18 DE AGOSTO 2009
21:30 horas

PRESENTA
Jacinta Megías

POESÍA
Luisa Futoransky (Buenos Aires, Argentina)

MÚSICA
Orquesta de Plectro Villa de La Zubia

ENTREGA DEL PREMIO «Poesía en el Laurel 2009»
a cargo de: Mercedes Díaz Aróstegui para:
Luisa Futoransky (Buenos Aires, Argentina)

25 DE AGOSTO 2009
21:30 horas

PRESENTA
Pedro Enriquez
Miguel Carrascosa (Presidente del Centro UNESCO Andalucía)

POESÍA
Federico Mayor Zaragoza (poeta)

MÚSICA
Marina Rossell (cantautora)

Programa de la VI Edición del Festival (exterior)

Programa de la VI Edición del Festival (interior)

Invitación a la VI Edición del Festival

Anverso del programa del 4 de Agosto de 2009

Anverso del programa del 11 de Agosto de 2009

Anverso del programa del 18 de Agosto de 2009

Anverso del programa del 25 de Agosto de 2009

Reverso del programa del 4 de Agosto de 2009

Reverso del programa del 11 de Agosto de 2009

Reverso del programa del 18 de Agosto de 2009

Reverso del programa del 25 de Agosto de 2009

Cartel anunciador del VI Festival de 2009

Sesiones

Hemeroteca

Lunes 3 de Agosto de 2009

Paco Ibáñez y Mayor Zaragoza, en el Certamen Poesía en el Laurel de La Zubia

Los recitales poéticos serán gratuitos, excepto el día 4 de agosto que tendrá un coste de tres euros, y las entradas se podrán adquirir en el ayuntamiento hasta completar aforo

Enlace a la noticia: Diario Ideal.es Granada

El cantante valenciano Paco Ibáñez y el poeta y ex director general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza serán algunos de los protagonistas en la VI edición del Certamen Poesía en El Laurel, que se celebrará en el municipio granadino de La Zubia los días 4, 11, 18 y 25 de agosto.

Además de estos artistas, también asistirán a este encuentro poético, que se desarrollará en los jardines del Convento de San Luis el Real, la escritora vasca Tachia Quintanar, la poetisa cordobesa Concha García, la cantautora catalana Marina Rosell o la orquesta de Plector «Villa de La Zubia», ha informado hoy en rueda de prensa la alcaldesa de La Zubia, Mercedes Díaz.

El certamen destaca por estar situado en un entorno «paradisiaco» y de gran valor histórico, ha asegurado Díaz, ya que según la leyenda estos laureles dieron cobijo a la reina Isabel la Católica, lo que constituye un «auténtico placer para los sentidos».

El nexo de unión de todos estos artistas, ha explicado Díaz, es la lucha a favor de la libertad como es el caso de las letras de Paco Ibáñez y los versos de Federico Mayor Zaragoza, algo que a su juicio es fundamental para conseguir «la convivencia en el mundo».

Lo más importante del encuentro es «el intento de juntar diferentes artes» como la pintura, el patrimonio y la cultura, y así descubrir voces poco conocidas como las de la poetisa uruguaya Virginia Lucas, el cantautor extremeño Víctor Mariñas y la escritora argentina Luisa Futoransky, ha afirmado el director del evento, Pedro Enríquez.

«La cultura es un motor económico para ofrecer riqueza», ha señalado Pedro Enríquez, y es necesaria, sobre todo, en tiempos de crisis.

Los recitales poéticos serán gratuitos, excepto el día 4 de agosto que tendrá un coste de tres euros, y las entradas se podrán adquirir en el ayuntamiento granadino de La Zubia hasta completar aforo.

Jueves 6 de Agosto de 2009

Los versos comprometidos de Paco Ibáñez iniciaron ‘Poesía en el Laurel’

El veterano y ‘rebelde’ cantautor valenciano ‘cabalgó’ por sus temas de siempre junto a la poeta vasca y ‘musa’ de Blas Otero Concha ‘Tachia’ Quintanar

Enlace a la noticia: Diario Ideal.es Granada

Paco Ibáñez, simplemente Paco para todos, es ‘la voz de la poesía’; lo dijo Gabriel Celaya añadiendo que cuando escribía pensaba en cómo sonarían en su voz los poemas que le ocupaban. Paco estuvo con sus poesías y su indomable rebeldía inaugurando el refrescante ciclo estival de La Zubia ‘ Poesía en el Laurel’, «un remanso de paz y sensibilidad, de educación y sentimiento que están en crisis», según dijo el cantante valenciano, al que daban la razón en la misma puerta motos a escape libre, acelerones de coches y discotecas ambulantes, que con su ‘chundachunda’ certificaban que sí, que existen dos mundos en este, dos Españas. Y que parafraseando a Ibáñez en otra ocasión, no se sabe si «son pocos y cobardes» o son cada vez muchos más.

Tras las palabras de bienvenida de los anfitriones, la noche comenzó con el recital que ofreció la poeta vasca Concha ‘Tachia’ Quintanar, musa que fuera de Blas de Otero y Gabriel García Márquez, poeta y actriz que anunció un recital sin aplausos, como un continuo «paseo con un viejo amigo al que contarle historias o una vieja conocida a la que hacerle confidencias». Para Tachia, que ha hecho muchas actuaciones con Ibáñez, era la primera vez que tras «cincuenta años de amistad» iba a precederle en escena; en su casa parisina nacieron algunas de sus más celebres canciones y le calificó como «un hombre libre».

En un escenario con apenas un banco y una mesa de café, Tachia, recitó, o mejor dicho revivió con mucha fuerza expresiva las palabras de Machado, Blas de Otero, Lorca, Nicolás Guillén, Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou y Gabo, entre otros muchos. La poeta invitó a su viejo amigo a subir al escenario de Jardines de San Luis el Real -revestido con la moqueta roja preceptiva en cada concierto, lo único que Ibáñez exige por contrato.

«Nunca en mi vida soñé que realizaría un concierto como el de Olympia, por eso para mí todos son el Olympia», comentó el cantante nada más aparecer para entonar, empezando por el principio, a Jorge Manrique.

Coherencia

Hubo un tiempo en el que Paco Ibáñez parecía pertenecer a un pasado emocional irrecuperable, cuando se iba a sus conciertos para cantar solidariamente con él lo que ya no podía, pero en los últimos años Paco ha retomado un gran tono y superado el bache y es capaz sobradamente de cantar y contagiar con la potencia conmovedora de siempre. Eso sí, nunca perdió su combativa rebeldía, orientada con tino en los últimos tiempos hacia la colonización cultural de Estados Unidos, «responsables de todo lo malo del mundo», dijo, señalando incluso con nombres y apellidos a Bruce Springsteen «el gran embrutecedor», como último enviado por aquí de la cultura gringa. Con un rotundo y divertido «antes muerto que hablando inglés» finalizó la andanada, curioso lema en un hombre que habla y canta en los cuatro idiomas del Estado, y también en francés, italiano y hebreo.

A sus casi 75 años Paco Ibáñez es todo un mito, vibrante y siempre agradecido al poder de la palabra, «en tiempos de ignominia la patria de todos», y una actuación suya siempre un motivo de alegría. Y de emoción. La voz ronca del valenciano ha acompañado intermitentemente a varias generaciones: la persona que pidió ‘Palabras para Julia’ no debía haber nacido cuando la célebre actuación del Olympia parisino. Y esa canción como, ‘Queda la palabra’, ‘La poesía cargada de futuro’ o ‘La canción del jinete’ no pueden faltar en sus recitales, este curiosamente enmarcado por el yugo, las flechas y el escudo preconstitucional más original, el de Isabel y Fernando.

Un símbolo

«No es lo mismo cantarla aquí -el ‘Romance de Abenamar’- que en Normandía», ya que ese «Si tú quisieses, Granada, contigo me casaría; dárate en arras y dote a Córdoba y Sevilla» suena distinto con la Alhambra al fondo (atención: ‘Sevilla de dote’, qué tiempos). Cercanos a su anónimo autor estuvieron Quevedo, y Góngora que con Samaniego ocuparon su cita con la poesía más antigua, siempre acertada, vigente y hasta pícara, como la historia del ‘Matrimonio incauto’ del fabulista riojano.

Ibáñez es más que un mero trovador, es un símbolo, con ese grado de imprescindibilidad que otorgaba Ernesto Guevara a los hombres que luchan toda una vida sin rendirse, aunque se vayan lentamente apagando. Realiza el milagro de los versos y los himnos, posee el secreto de lograr que una actividad tan íntima como es la lectura de unos versos se convierta en una experiencia colectiva, y hasta en un embravecido himno, y que le entren a uno redobladas ganas de cabalgar y cabalgar «hasta enterrarlos en el mar», como siempre termina. El martes también. Y ahora se llega antes por la autovía.

Jueves 6 de Agosto de 2009

La Poesía (en el Laurel) sigue siendo un arma cargada de futuro.

Enlace a la noticia: El Blog de Ignacio Henares, Granada

De nuevo, como hace dos años cuando vino Alberto Cortés, el retraso obligado en iniciar mis vacaciones veraniegas me ha permitido acudir a la inauguración del estupendo ciclo de Poesía en el Laurel que se celebra, (ya va por la sexta edición), en los jardines del Convento de San Luis el Real en la Zubia. Mercedes Díaz, la alcaldesa, me había confirmado la invitación, la misma mañana y rápido organicé el tema de los canguros para Ángeles e Ignacio. Esta vez fue fácil porque la niña se quedó con su hermana Rocío, bueno mejor dicho con la madre de Carlos, y el niño con su hermana Nhaiara y Diego por ahí, de parranda, que es lo que le gusta.

A menudo, como el año pasado, estas fechas me pillan fuera de Granada, pero cuando estoy en Granada me gusta asistir a alguna de las actuaciones de este Festival veraniego y disfrutar de la música y la poesía que trae, además de aprovechar para entrar en el lugar mágico, lleno de leyenda, en el que se celebra. Este año la apertura del programa era la única posibilidad que tenía para acudir pues el resto de los días estaré viajando y sobre todo me perderé a Mayor Zaragoza y a Marina Rosell en la clausura que me hacía mucha ilusión. La velada ha merecido realmente la pena.

 

El menú ha sido equilibrado, completo y exquisito. Primero unas bellas y sentidas palabras de la alcaldesa, contagiada por el atractivo «marco incomparable» del lugar y por la hermosura de la noche, para saludar al respetable e inaugurar formalmente el ciclo; un breve y dulce aperitivo que dio paso a un primer plato emotivo, sentimental, ligero pero de los que aportan alimento (al espíritu).

 

No había oído nunca en directo a Tachia Quintanar, musa de Blas de Otero y apenas había tenido algunas referencias de su biografía, pero para mí ha sido un gran descubrimiento a sus ochenta años. Una mujer, “militante de la poesía”, llena de vida, elegante, culta, fina, atractiva por dentro y por fuera. Con una memoria prodigiosa y un “saber estar” en el escenario, paseó por la poesía española del siglo XX con soltura, recitando poemas bien hilvanados en un guión que arrancó de un sueño y acabó con un deseo de paz en el mundo. Me entusiasmaron especialmente los gestos, los detalles, la posición de sus manos en cada verso, que sin quitarle protagonismo a las palabras, las adornaban, las vestían y decoraban.

 

Pero el plato fuerte del día era Paco Ibáñez que apareció en el escenario sólo, como siempre, con su guitarra de siempre y camisa y pantalón negro. como siempre. Un poco más abuelete que la última vez que lo escuché (no en vano ya debe rondar los 75) pero con la misma fuerza interior que el Paco del Olimpia, esa voz que siempre me retumba en los oídos cuando escucho determinadas canciones, cuando leo ciertos poemas. Estuvo generoso, embelesado también por el entorno poético, entregado al público, como el público a él.

 

Arrancó con las “Coplas por la muerte de su padre” de Jorge Manrique, después cantó a Góngora (Déjame en paz amor tirano) y a su íntimo enemigo Quevedo (Es amarga la verdad). Tuvo un apartado especial, como es natural, para los poetas andaluces de ahora y de siempre. Cantó el Poema del Exilio de Alberti que dedicó a todos los republicanos y “A galopar” a petición del público, aunque exigió que se cantara con él y que se sintiera para interpretarla.

Tachia ya había traído a Federico al ambiente cuando recitó magistralmente el poema de Antonio Machado “El crimen fue en Granada” pero cuando Paco Ibáñez interpretó la Canción del Jinete fue cuando más se recordó al poeta granadino en una noche parecida a la que lo vieron desfilar por un sendero largo. Y además nos dejó la canción lorquiana “Si tú vienes a la romería” en el momento más relajado y humorístico del concierto/recital.

Y hubo tiempo para colar una versión, coreada con el público, del Romance anónimo de Abenámar y el Rey Don Juan y para José Agustín Goytisolo, otra de las banderas ideológicas del cantautor valenciano, vasco y francés. Me lo decía mi abuelito, lo sentí más actual que nunca en esta época de individualismo, de egoísmo insolidario.

Luego en los bises también cantó Palabras para Julia que tantos y tan fuertes recuerdos nos trae a MA y a mí, aunque eché de menos de Goytisolo, “Érase una vez” la canción con la que dormí cientos de veces a mi hija y que ahora canto a Ignacio aunque a éste no lo duermen ni las Nanas de la Cebolla.

Paco, estaba empeñado en transmitir la idea de que la peor crisis que estamos viviendo es la de la falta de valores y el empobrecimiento culturalLa poesía es un arma cargada de futuro de Gabriel Celaya le sirvió para subrayar estas ideas. Esta fue una de las canciones de mi vocación política temprana que yo siempre uní al pensamiento de Gramsci que me llamaba a la militancia, al compromiso. Aunque Paco dejó un pesimista “estamos tocando, seguimos tocando, el fondo” y en estos días, (como entonces), hay demasiada corrupción porque hay muchos que toman partido “hasta forrarse” en lugar de “hasta mancharse”, yo siempre veo “brotes verdes” que ayer simbolizaban las decenas de jóvenes que junto a los más carrozas tarareaban las canciones y otros que quizás las oyeron ayer por primera vez.

«Puedo escribir los versos más tristes esta noche” del gran Pablo Neruda, fue otro de los momentos estelares, climax, de la noche porque parecía escrito esa misma noche estrellada, en ese mismo lugar; y hubo tiempo además para unos versos gallegos y otros en euskera (Si tienes una gran pena en el corazón, pon una sonrisa en tus labios y mira hacia lo lejos), con los que el autor quiso reivindicar todas las lenguas españolas.

Como decía al principio el concierto coincidió con mi cumpleaños por lo que a la vuelta a casa faltaba el postre de la velada. Mi familia me tenía preparada una tarta helada de los Italianos con el 4 y el 7 correspondiente. Que más se puede pedir.
Para hacerse una idea de cómo fue el concierto os dejo aquí el enlace a un video de una de las canciones que he cogido prestado del blog del amigo Juanjo Ibánez
Como granadino estoy obligado a poner un par de peros al concierto. Le sobró la crítica a Bruce Springsteen que sonó a envidia y a ignorancia y la generalización contra todo lo norteamericano. Del rock, de la música del “boss” y de muchos norteamericanos han llegado a todo el mundo las mismas ideas que él propaga por los escenarios.

Miércoles 26 de Agosto de 2009

Simbiosis de música y versos en el cierre de 'Poesía en el Laurel'

Marina Rossell y Federico Mayor Zaragoza clausuraron ayer el ciclo de La Zubia

Enlace a la noticia: Diario Ideal.es Granada

Marina Rossell y Federico Mayor Zaragoza. Dos nombres que se dieron ayer la mano y unieron sus canciones y sus palabras para poner el broche de oro a un verano repleto de actuaciones. Por el mismo paraje ya desfilaron diversas propuestas musicales y poéticas, entre las que destacaron, además de la de Paco Ibáñez -que abrió el ciclo acompañado de la actriz Tachia Quintanar-, la de la poeta Concha García o el cantante Carlos Andreoli.

El Laurel de la Reina, uno de los enclaves con más encanto de La Zubia, se encuentra situado en el convento de las Hermanas Mercedarias. En esta sexta edición la cantautora catalana y el poeta hicieron lo que mejor saben: transmitir al público sus elegantes letras y palabras bien dichas. Marina Rossell deslumbró con sus habaneras coloniales, con temas propios y con un repaso de toda su trayectoria y de su último trabajo -el único directo de su carrera- Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Mayor Zaragoza, por su parte, encandiló en la primera parte de la actuación con su poesía que apela a la conciencia del mundo.

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